Oficios Fascinantes XIII

Trabajo en un polígono industrial de San Sebastián de los Reyes. En una nave dentro de un edificio compuesto por naves. No hay rótulo a la puerta, sólo un nombre en el timbre: Nintendo España, Servicio Técnico. Soy TAN: Técnico Arreglador de Nintendos.

Llegan cada día un montón de maquinitas procedentes de todos los rincones del país. Game Boy, Game Boy Advance y, la estrella, Nintendo DS. Son máquinas muy sofisticadas que han pasado por manos de críos y ahora sufren una avería o -las más de las veces- un percance en forma de caída al suelo desde demasiado alto. En la misma nave trabajamos: 1 recepcionista, 7 TANs y 1 TPN (Técnico Probador de Nintendos). El TPN es un chaval de veinte años, auténtico forofo de las maquinitas, el típico Piterpán que viste como si tuviera diecisiete, de jovenzuelo rapero. En cambio los TANs somos todos ingenieros, ninguno baja de 30 y el aspecto va de gris vulgar a friki recalcitrante. Las Nintendo son muy sofisticadas. Esto ya lo he dicho.

Los TANS sufrimos una enfermedad laboral conocida como Videogame Regression Sindrome. Cuando llevas unos meses trabajando empiezas a notar los síntomas: pérdida del vello en cara y axilas, atiplamiento de la voz y acortamiento en la longitud de los pantalones. Te deja de interesar el Marca y es fácil que te aparezcan canicas y cromos en los bolsillos. Los médicos lo han estudiado pero no se ponen de acuerdo. Lo que está claro es que se debe a las máquinas de juegos. Éstas guardan las energías, intenciones y vibraciones de sus microdueños. Piense el lector que un niño pasa fácilmente 14 horas semanales e incluso más con el trasto entre sus manos, y que la actividad emocional cuando la manipula es muy intensa. Yo había notado que en este taller reinaba un clima especial, como de buen rollo, y lo atribuí a que las máquinas fueran de juegos, a que estamos bien pagados, a que escuchamos radio 3. Pero no, pegadas al plástico o adormiladas entre los circuitos se encuentran sus pequeñas felicidades al ganar, sus diminutas tristezas cuando no consiguen pasar de nivel…

Una de las precauciones es llevar guantes de látex y limpiar bien las carcasas con un trapo mojado en alcohol antes de empezar, pero eso sólo retrasa los efectos. En 2000 un técnico canadiense descubrió que en la esquina inferior del aparato, justo al lado del interruptor, se quedan almacenados los Ganas por Hacerse Mayor (GHM) y que si se tocan con los dedos nada más abrir la tapa, como quien hace masa, se contrarrestan los efectos del Síndrome de Regresión del Videojuego. Por eso entre las normas de Salud en el Trabajo de la compañía está que nada más quitar la tapa el operario debe tocar la zona del AHM.

Pero yo. A veces. No lo hago.

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1 comentario sobre “Oficios Fascinantes XIII

  1. Genial el oficio y que dura la enfermedad profesional. Si la coges el mundo te mirará raro, como si fueses menos, un inmaduro. Ten cuidado y toca la zona del AHM.
    A no ser que quieras seguir siendo feliz.

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