La Plancha

PlanchaHRYa lo he dicho: desde hace unos días estoy solo. Indefinidamente solo. Miro las habitaciones bastante vacías, no sé si me gusta o me fastidia. Las paredes blancas -con sus imperfecciones, alcayatas y desconchones- son como un folio en el que escribir una nueva canción. Es emocionante. Hay mucha poesía en esta situación, en el cambio, y también mucha prosa. A ella le tocó la plancha.

Desde hace unos días estoy solo, y cuando paso al lado de las cortinas del salón me doy cuenta de que están arrugadas y un poco sucias. Podría darme igual pero me jode profundamente que estén arrugadas y un poco sucias. ¡Pero si esto no me había pasado nunca! Relájate, y lo superarás.

A la mañana siguiente me despierto obsesionado con las putas cortinas así que decido que hay que lavarlas y plancharlas. Es entonces cuando reparo en que… a ella le tocó la plancha.

Descuelgo las cortinas en una maniobra compleja que pone en riesgo mi integridad física con el agravante de que estoy sólo en la casa, y en el edificio, y si me caigo y me rompo la crisma tardarán semanas en encontrar mi cadáver. Salgo ileso de la fase descuelgue.

Meto las cortinas en la lavadora en una maniobra sencilla que no supone riesgo alguno para mi integridad. Al cabo de una hora, y también con facilidad, las tiendo y espero a que se sequen. Esperar a que la ropa se seque es una de las tareas domésticas más agradables, sobre todo si te pones un gin tonic. Lo tendré en cuenta en futuras esperas de secado, hoy aprovecharé ese tiempo para comprar la plancha.

Me coloco delante de la sección de planchas, a cierta distancia, intentando abarcarlas con la mirada y noto como un universo complejo y fascinante se descubre ante de mí. Se nota que ha habido personas que se han dedicado en cuerpo y alma a investigar y mejorar la plancha, que han vivido por y para la plancha, ese objeto sagrado que calienta y aplasta, calienta y aplasta, calienta y aplasta…

Ni la de 17.95€ ni la de 95.50€, creo que la que mejor se ajusta a mis características es la de 32.95€. Me la llevo -después de abonarla, claro- y conduzco con el brazo por la ventanilla, mirando a los demás conductores con la superioridad que da el sentirse propietario de una TEFAL Supergliss nueva.

Llego a casa. Las cortinas ya están secas. No se han atrevido a bajarse solas de la cuerda, buena señal. Saco la TEFAL supergliss de la caja. Se me cae el librito de instrucciones. No fastidies, hombre, no pienso leérmelas, pero, por favor, si es un artilugio sencillo y fácil de manejar, calienta y aplasta, calienta y aplasta. La enchufo.

Deberías leer las instrucciones, no es que seas tonto, pero… ¿por dónde se echa el agua para el vapor? Me dice mi voz interior.

Mando callar a mi voz interior.

Busco el agujerito por dónde se echa el agua.

No lo encuentro.

Pido disculpas a mi voz interior por la arrogancia y abro el librito.

El librito está en veinte idiomas y no consigo encontrar el mío.

Al final sí. En letras grandes rojas, lo primero que pone es «ADVERTENCIA: Antes de conectar su nueva plancha TEFAL Supergliss retire el plástico que protege la suela». ¡¡¡¡Mierdaaaaaaa!!!!. La habitación huele a plástico quemado y la suela está completamente negra.

Espero que se enfríe pero no hay manera de retirar la costra negra. Valoro las distintas alternativas y descarto enseguida la humillación de ir a la tienda con la verdad por delante para intentar que el dependiente me la cambie por otra. De lo cual deduzco que mi orgullo vale más de 32,95€.

Pienso que si he vivido 36 años sin plancha también podría seguir otros 36 pero lo descarto porque me parece una explicación tramposa de mi propio cerebro para autoconsolarse.

Voy a la tienda y compro otra TEFAL Supergliss. No puedo evitar mirar con cierto dolor la PHILLIPS Electrogliss, una máquina fascinante de 65€ que podría ser mía por el mismo dinero que llevo gastado… si no fuera un patán.

Continuará…


¿Qué es a7manos? La imagen es de Jesús Herrero


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17 comentarios sobre “La Plancha

  1. ¡Qué bueno, si estáis todos, yo creí que estaba solo!

  2. Cuantro, yo soy aquel… que alegría encontraros poraquí de nuevo. Ya son 7 manos y cientos de visitas y los mismo posts reformados que huelen a añoranza y alegría por los viejos tiempos. Nos deben una fiesta…..

  3. Qué alegría verte por aquí, Cuantró! Cuánto tiempo! Estás igual! Por ti no pasan los años

  4. 8 años depués este post sigue siendo muy bueno. Eso pasa con la buena literatura.

    Me encanta que la marca de la plancha de la foto sea Felipes, a la española. Genial.

  5. Me encanta el interés y el misterio que puedes llegar a dar a lo cotidiano. Sigue así.

    Pedazo foto…

    PD: Quita las sartenes antes de encender el horno.

  6. Cuando un cacharro necesita instrucciones mal vamos! Conozco a pocos que se han leído las instrucciones de una vitro o de un fogón convencional. Nadie diseña para la primera experiencia de uso!!

    Abrazo Oscar!

  7. Jajajaja. Me has alegrado la tarde hombre. Q bueno!!!
    Por cierto, odio planchar. Yo soy de los que se queda pegado a la lavadora para tender nada mas acabar y que las arrugas se noten lo menos posible.

    Jesús, la foto es co-jo-nu-da

  8. Busco interna, para que me eche 2manos.

    Que sepa coser, que sepa planchar y que sepa la tabla de multiplicar.

    Seguridad Social, 2 pagas y 30 dias vacaciones.

    Se valorará experiencia.

  9. Puntualización número 1: No me arrepiento de nada de lo dicho, me lo dictó la intuición femenina.
    Puntualización número 2: Yo estoy monísima embadurnada en harina, con la plancha, la fregona o como sea, y más ahora en verano que con la calor no lleva una ná debajo el delantá.
    Y 3: Muchas gracias guapo/a, Probaré lo del Cucal

  10. Vaya, sólo porque te doy unos consejitos caseros, ya te refieres a mí en femenino. ¡Triste vida esta de los amos de casa! También yo podría decir: «mano que toca, seguro que estás estupenda planchando con tu flamante Tefal, te imagino moníissssiiima».

    ¡Ay! Cuánto nos queda por aprender.

    Por cierto, lo del vinagre, ni idea, ya sabes que tengo baldosas. Lo del aceite y aceitunas en la pared, lo voy a probar, ya te contaré. Al perro… si es muy pequeño échale Cucal.

  11. Cuantró, tú pareces ser una profesional de la casa, a ver si me das algún consejo. Por ejemplo El chorrito de vinagre que que se echa al agua de fregar el parquet ¿va bien para la tarima flotante? Y, si la casa huele luego demasiado a vinagre ¿es bueno aderezar las paredes con un poco de aceite de oliva y unas aceitunas? Pero, sobre todo, conoces algún veneno efectivo, y que no deje huellas, el perro de los vecinos no para de ladrar y no me deja dormir. Es un pero sideral, de esos pequeñajos que te entran ganas de darles una patada y mandarlos a la luna. con lacitos y todo.

  12. Cuantró, si la vida tuviera manual de instrucciones evitaríamos muchos errores, pero equivocarse, improvisar, tentar la suerte y, en muchos casos, perder, es lo que le da sal a esto que es vivir.

  13. La vida tiene estas cosas, así somos, necesitamos quedarnos solos para ver por primera vez muchas cosas que teníamos delante a diario. Otro día verás por primera vez la pelusa debajo del sofá (necesitarás un aspirador), las rayaduras de la madera (el «reparador» va muy bien), la junta de los azulejos se ensucia (blanco de España) y si las ventanas no dejan pasar la luz radiante por sí solas, hay que ayudarlas (Cristasol) y etc, etc, etc. Una casa no tiene fin.

    La vida tiene estas cosas, así somos, necesitamos quedarnos solos… para empezar a leer las instrucciones de la vida.

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