La desazón me obliga a dormir con calcetines,
cosa que en mi vida había hecho.
Y arrimarme a mi hija pequeña
como si no hubiera en el mundo otra certeza.
Así paso la noche de un tirón, tranquilo,
sabiendo que tengo algo que proteger.
P.D.: En la foto, soy el de la derecha. Lo sé, porque la hice yo.
Me saco de lejos, de lejos me veo mejor.
Lo que yo nunca olvido son los momentos en los que fui feliz…
Nunca olvido las calles del mar.
Yo, desnudo, gano mucho.
Pero en el blog me da vergüenza desnudarme.
Ya ves.
Pues sí, de lejos sales muy bien;
pero de cerca también tienes secsapil.
Al menos, supongo que estarán sucios…si no, pierden encanto sobre el lecho…
Agur.