Leo en el dominical un reportaje sobre el turismo en Salou. Aparecen un montón de oficios fascinantes como Bailarina Rumana de Discoteca (de 11 de la noche a 7 de la mañana meneando el esqueleto subida a una mesa), Conductor de Trenecito Turístico (a 20 por hora y tocando la campana), Inflador de Colchonetas y Patitos (este año están de moda los cocodrilos). Destaca entre todos ellos el de Alquilador de Tumbonas de Salou.
De repente siento una pulsión profunda y sincera por ser Alquilador de Tumbonas cuando sea mayor. Puede que haya descubierto mi verdadera vocación, y si es en Salou, mejor que mejor. El Alquilador de Tumbonas de Salou, a quien, en adelante y para abreviar denominaremos ATS, no sólo se encarga de asignar y cobrar tumbonas a los turistas. El ATS comienza la mañana desencadenando las tumbonas y verificando el estado de las colchonetas. Comprueba que el comportamiento mecánico del dispositivo sea el correcto, que se suba y se baje con docilidad. Determina que el cansancio de los materiales no represente ningún peligro para el usuario. Y si ve roña gruesa la raspa con la uña. Esto puede parecer una tarea ingente, pero al ser las tumbonas ingenios mecánicos de complejidad reducida que a lo largo de los últimos 50 años han incorporado avances tecnológicos de manera lentísima llegando a lo que los científicos denominamos Nivel 2 (equiparable a chupete) para que se hagan una idea Nivel 1 es chanclas y Nivel 0, folio… me he perdido por un exceso de subordinadas, ya me lo decía mi madre. Decía que a pesar de ser minuciosa la inspección el aparato es sencillo y por eso con una visual es suficiente: 3 minutos máximo. Luego el ATS va repartiendo las tumbonas por riguroso orden de llegada a cuerpos que van del juligan rollizo a la anoréxica hasta las cejas de tripis pasando por la familia de Casteldefels con todos sus accesorios que son los realmente peligrosos.
El ATS se pone las botas a ver senos femeninos (si no fuera científico diría tetas) esa es otra ventaja del trabajo. Aunque es verdad que a todo se acostumbra uno y que la mayoría los ve aplastados, bien por la gravedad (posición prona), bien por la propia tumbona (posición supina). Adeás el pezoncillo (no conozco el términoo científico para pezón) está desparramado por el calor; el pezón enhiesto es más escaso en Salou que el lince en Andalucía y se circunscribe al ratito de salir del agua.
Lo único malo del oficio de ATS es el sueldo que -lo digo sin tener datos fiables- no creo que supere los 9000 euros anuales después de impuestos. Con el sueldo de consejero de Iberdrola esto sería otra cosa. Vamos, es que si a los ATS les pagaran lo que a un consejero de Iberdrola, Iberdrola se quedaba sin consejeros. Quién se iba a poner la corbata y a aguantar informes y asquerosos aires acondicionados y comidas en LHardy pudiendo estar en la playa mirando. No te creas, que seguro que algún degenerado se quedaba, que en la gran empresa hay gente pató.
Pa´ tó.
Al final del día el ATS ordena las tumbonas que la gente ha descolocado y les pone una cadena. Es normal, si tú fueras tumbona, después de llevar todo el día quieta, también te apetecería dar un paseíto. La cadena se lo impide. El ATS vuelve a casa cuando el sol ya se ha puesto. Orgulloso de haber mantenido a los turistas en parejas sin excepciiones. lejos de números insidiosos como el 3, el 5 o el 1.
«Si un turista viene solo a la playa que no cuente conmigo, yo sólo trabajo el 2«.