No te rindas
Con mis ensimismamientos. A mis cosas.
Mis nostalgias, mis anhelos, mi ahora apenas detenido. Leer más acerca de No te rindas …
Con mis ensimismamientos. A mis cosas.
Mis nostalgias, mis anhelos, mi ahora apenas detenido. Leer más acerca de No te rindas …
Yo soy rockero cascabelero. No tanto en lo musical.
En lo musical, tú lo sabes: me va más el swing, la chanson, el bolero.
Soy rockero en lo vital.
De natural me cuestiono las normas, me opongo, me rebelo, desobedezco; me sale así, y eso es muy rockero, casi punk. Leer más acerca de Vieja china en el zapato …
Primer capítulo Le pido a la vida algo. No me lo da. Conclusión: Es ella, que no me lo da. No es mi culpa. Consecuencia: Me lamento de mi mala suerte. Sí, vale, lo que le había pedido era un imposible o casi, pero ese pequeño detalle lo obvio. Segundo capítulo. Le pido a laLeer más sobre Un imposible[…]
Tú plantas cosas, y crecen.
Suena asombroso pero es así, te lo juro. Leer más acerca de La parte menos mística …
Dicen que estamos hechos en un 75% de agua, como promedio.
Yo hay días que llego al 80% e incluso al 90%. No tengo una prueba científica pero me lo noto. ¿Quién puede saber mejor que uno mismo cuánta agua es? Leer más acerca de 75% de agua …
Algo tiene el 30 de diciembre que me pone tontorrón. Sensible. Y más si, como hoy, hay niebla.
Leer más acerca de 30 de diciembre …
No nos preparan en la escuela para la intrascendencia. Todo es «vas a aprender mucho, a hacerte mayor, a encontrar un trabajo, a tener una familia… Tú eres el protagonista de tu propia vida»
Uf.
Que no digo yo que ese cuento no se cumpla en muchos casos. pero en otros no. Leer más acerca de Insignificancia …
Me he equivocado y he puesto el lavavajillas en el programa largo. Y ahora estoy escuchando su letanía, lleva un buen rato. Algún día me haré mirar por qué me atrae tanto regar. Será mi parte femenina, recolectora, agricultora… Los mosquitos, en cambio, desatan mi lado más cruel, más depredador… Pero esta noche no hayLeer más sobre De noche[…]
La persona más fácil de engañar del mundo es uno mismo. La segunda más fácil es la madre de uno. Luego la cosa se complica.
Siempre me ha gustado mirarme en el espejo y ver un hombre bueno.
El baño es un lugar muy íntimo y uno se ve como le da la gana.
Por ejemplo, algunos días, llevado de la euforia, me veía Leer más acerca de Forzando el ángulo …
Estoy en el Starbucks de Sevilla. Que es como estar en Nueva York, Paris o Tokio (alguno dirá que todos los Starbucks son iguales, yo prefiero verlo como que viajar nunca fue tan barato, ni tan sencillo). Además conozco alguno que es capaz de volar 6 horas y luego meterse en un Starbucks, ya te vale, estás tirando el dinero. Leer más acerca de El pan con chocolate …
Hubo un tiempo, no hace mucho, allá por los 70, en que las personas humanas teníamos acceso a la música a través de unas pocas emisoras de radio y unos cuantos discos.
Para hacer sonar una canción determinada tenías que sacar el vinilo de su funda de plástico que iba dentro de la funda de cartón, colocarlo en el plato, poner con cuidado la aguja encima, escuchar unos segundos de huevos fritos… y empezaba todo. Leer más acerca de Música regalada, música robada …
Sí, estoy muy orgulloso de mis calabacines ¿algo que objetar?
Ni a la amante más sexy y fogosa le consentiría que me despertase cinco veces la misma noche pidiendo un vaso de agua. A ella sí.
Ni al más simpático de mis jefes le habría recogido del suelo cosas que ha tirado por capricho. A ella sí. Leer más acerca de Una broma perversa …
Dando un paseo un domingo por la mañana me encuentro con estos dos tipos.
Ni carteles, ni voces, ni explicaciones extra, más o menos lo que ven: dos lugareños en traje de faena. El entorno es una plaza rural y abundan los turistas. Leer más acerca de De mi candidez, un burro y una pantalla plana …
Las mudanzas son momentos de explosión de la creatividad, también duelen los riñones.
Los pintores pintan y derraman un colocón acrílico satinado por las estancias de la que ya no sé si es correcto llamar mi casa. Leer más acerca de Moras borrachas de tinto de verano …
Hay que subirse a un autobús de vez en cuando. A mirar cómo corren las farolas y lo quieto que se queda el adolescente. Hay que entrar en el metro para descubrir que, una y otra vez, aparece la luz al final del túnel. Me gusta tener dos o tres libros empezados a la vez.Leer más sobre El transporte público[…]
Escribo de oído. También escribo «al oído«. —Dime algo que no sepas hacer. —Obedecer. Han intentado varias veces tomarme las medidas, cogerme con una red y echarme laca. Pero no me encuentro a gusto pinchado en una cajita al lado de otros escarabajos. Escribo de noche. También escribo «a oscuras«. —Eres unLeer más sobre Escribo[…]
La caída duele, pero a veces duele más el yatelodijeyo.