Sometimes the mist overhangs my path,
And blackening clouds about me cling;
But, oh, I have a magic way
To turn the gloom to cheerful day—
I softly sing.
And if the way grows darker still,
Shadowed by sorrow’s somber wing,
With glad defiance in my throat,
I pierce the darkness with a note,
And sing, and sing.
I brood not over the broken past,
Nor dread whatever time may bring;
No nights are dark, no days are long,
While in my heart there swells a song,
And I can sing.
James Weldon Johnson (1871 – 1938)
Viene a decir algo así como
EL DON DE CANTAR
A veces la niebla cubre el camino,
y nubes negras me sujetan.
Pero tengo un truco para mutar
la penumbra en alegre día.
Suavemente canto
Y si a pesar de ello la cosa empeora,
y amenaza el ala de la pena oscura,
con orgullo la reta mi garganta,
que al duelo una nota lanza.
Y canto, canto.
No me atasco en el pasado oxidado,
ni me apura lo que el futuro traerá.
No hay noches raras, ni días espesos,
si en mi alma crece una canción.
Y canto, puedo cantar.