Ironías de la Vida

El Blog de Rivilla

Armonía

Armonía

Si somos descaradamente imperfectos física y mentalmente; irregulares, aleatorios… El que más o el que menos tiene una oreja distinta de la otra (el que suscribe p.e.), una pierna un poco más larga, una teta más fría… ¿Por qué nos empeñamos en dar a los objetos que nos rodean apariencia de perfección?. Hacemos los suelosLeer más sobre Armonía[…]

¿Raro?

¿Raro?

En un tiempo pretérito y bastante indefinido: Yo satisfice, tú satisficiste, él satisfizo, nosotros satisficimos, vosotros satisficisteis y ellos satisficieron. En un futuro impreciso: yo satisfaré, tú satisfarás, él satisfará, nosotros satisfaremos, vosotros satisfaréis y ellos satisfarán. Siempre y cuando se dieran las condiciones necesarias: yo satisfaría, tú satisfarías, él satisfaría, nosotros satisfaríamos, vosotros satisfaríaisLeer más sobre ¿Raro?[…]

El mapa del tesoro

El mapa del tesoro

En una de las paredes del acantilado que da a la playa de la Mexota, con los pies metidos en la arena y la emoción erizándome los pelos, encuentro este mapa. Las cartografías que te salen en el móvil te pueden llevar a la casa de un amigo o a una gasolinera, pero una cartografía tallada en las paredes desnudas de una playa, con cientos de años de antiguedad, sólo puede ser un mapa del tesoro. Leer más acerca de El mapa del tesoro

Ola de pan ahora

Ola de pan ahora

Si puedo elegir, llámame ola. Ni río, ni estanque, ni grifo, ni mar, prefiero ola. Si puedo elegir, llámame pan. Ni costilla, ni fresas, ni azúcar, ni sal, prefiero pan. Si puedo elegir, llámame ahora. Ni ayer, ni mañana, ni pronto, ni después, prefiero ahora. Publicado en a2manos 09/08/2007

Casete

Casete

Cassette(Love)(228x570)

La primera era más o menos como ésta. Y en ella grabé, de la radio, mi primera selección.

Eran aquellos tiempos en los que los oyentes llamábamos a la emisora y decíamos: «por favor, querido locutor, poneme tal canción y, si puede ser, no hables encima, que la quiero grabar» y esperabas una semana a que sonara en tu programa favorito del viernes por la noche con la cinta lista y dos dedos, uno en REC y otro en PLAY, haciendo el signo de la vistoria, listos para pulsar.

En mi cuarto tenía muchas de éstas. Y un radiocasete pequeño y negro que un familiar nos había traído de Canarias cuando se fue de viaje de novios. Por encargo.

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