que te sonrían las calles,
que te sonría la gente
que te sonrían las nubes y el viento,
pero, aún más deseo,
que te sonrían los espejos.
que te sonrían las calles,
que te sonría la gente
que te sonrían las nubes y el viento,
pero, aún más deseo,
que te sonrían los espejos.
cuando vio el rostro en el espejo se asusto, era el del «jocker»