Ironías de la Vida

El Blog de Rivilla

Un juicio

Un juicio

Hoy he estado en un juicio. Como acusado. El primero de mi vida. 40 años sin sentarme en el banquillo es todo un mérito para un outsider como yo. Y me hace reflexionar si seré más outsider o más hermanita de la caridad. Bueno, puede que sea outsider, pero discreto: a las pruebas me remito.Leer más sobre Un juicio[…]

El arte

El arte

Desde hace mucho tiempo defiendo que en los museos, al lado del nombre del cuadro, debería ponerse el precio de la obra. Hay gente a la que no le importa en absoluto este dato, y pueden disfrutar o detestar una pintura independientemente del precio, esos obviarán el cartelito. Pero hay otros muchos que aumentarían muchoLeer más sobre El arte[…]

La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música».Groucho Marx La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados».Groucho Marx Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente».Groucho Marx La mayor causaLeer más sobre […]

La luna se puede tomar a cucharadaso como una cápsula cada dos horas.Es buena como hipnótico y sedantey también aliviaa los que se han intoxicado de filosofía.Un pedazo de luna en el bolsilloes mejor amuleto que la pata de conejo:sirve para encontrar a quien se ama,para ser rico sin que lo sepa nadiey para alejarLeer más sobre […]

Denuncia

Denuncia

Entre todas las injusticias, entre todas las noticias tristes con las que me he topado hoy, una tiene por protagonista a este hombre. Lo he leído en el Miami Herald. El tipo de la foto trabaja delante de una pantalla de un scáner de seguridad en el aeropuerto de Miami y la emprendió a golpesLeer más sobre Denuncia[…]

Feliz

Feliz

–No escribes porque eres feliz -dijo ella.–¿Tú también crees que la felicidad es la gran enemiga del artista?– contestó él.–Es una idea trasnochada y algo decadente, pero me temo que en tu caso…–Cuando estoy bien, no me hace falta nada más.–Y cuando estás jodido, escribes –dijo ella— no te puedes quejar.