No me caen bien los lunes. A casi nadie le caen bien los lunes.
Son días que hacen muchas promesas y luego no las cumplen.
De buen grado me habría quedado en la cama. Pero he pensado en los miles y miles de hombrecitos verdes y rojos (los de los semáforos) que cumplen con su misión incansablemente, todos los días de la semana sin excepción, las 24 horas del día…
Me solidarizo con los hombrecillos rojos y verdes de los semáforos de Madrid y me pongo a mis tareas.
Si no conseguimos levantar el país desde luego no habrá sido porque yo no me haya aplicado.