Todos los grises
Camino por Reikiavik con la cámara, la libreta, los ojos de niño ingenuo que se asombra por todo. Alguna vez he viajado con otros ojos y a la vuelta tenía la sensación de que había perdido el tiempo y el dinero, echar en el equipaje ojos de adulto es tontería. Esta ciudad es un museo erigido alLeer más sobre Todos los grises[…]