La función de Ravioli

Dados una persona p y un momento de tiempo t determinados, la Función de Ravioli F(p,t) indica el tiempo, expresado en días, que pasa entre que p se da cuenta de que algo no funciona y toma una decisión para arreglarlo.

Hay personas en las que la función de Ravioli es igual o menor que 10, ésas tienen el riesgo de precipitarse.
 
Hay otras en las que tiende a infinito, como una rama parabólica. Ésas no se deciden nunca y los problemas se les quedan pegados como lapas en la roca.
 
Lo bueno, según los expertos, es mantenerla alrededor de 30. 30 días es un punto óptimo para tomar una decisión de tamaño medio.

La historia de esta función matemática tan poco conocida tiene su intríngulis. Ravioli era un piloto de origen italiano que vivió un romance con una pasajera. Sucedió de la siguiente manera: Él estaba esperando un taxi a la salida del aeropuerto de Bucarest. Un taxi que nunca llegaba, pero que no se resignaba a perder. Ella también esperaba, detrás de él en la cola, así que sus probabilidades habían de ser necesariamente menores. Ella se impacientaba y le propuso coger el autobús. A lo largo del trayecto surgió entre ambos una atracción muy intensa. Ravioli, la pasajera, o ambos podían haberla abortado, pero no lo hicieron. Por eso entraron juntos en el hotel de ella y allí pasaron unos días (en concreto 5) de algo que según ciertos parámetros podría denominarse amor y según otros simple desenfreno. Y al regresar a Italia él reanudó su vida cotidiana como si nada hubiera pasado. La pasajera, cansada de esperar al vencimiento de las consabidas promesas lo llamó por teléfono y Ravioli le dijo que sí, que claro, que estaba enamorado de ella, la pasajera, o algo que se le parecía, pero que no podía dejar a su esposa, porque quizá también estaba enamorado de ella, de su esposa, o algo que se le parecía, o que no sabía, bueno vale pero es mucho lío. Así que ella, la pasajera, cuando colgó el teléfono soltó unas lagrimitas y se propuso hacer lo que cualquiera en su situación: matarlo. Normal.

Habían pasado exactamente 30 días desde que se separaron. 

Aquella mujer ingresó en la cárcel por el crimen. Sí, pero no me negarán que había resuelto el problema. Y allí se dedicó a describir en detalle su teoría matemática a la que, como homenaje, puso el nombre del malogrado piloto: Función de Ravioli. Lo bueno de estar en prisión es que da tiempo para todo, cuando terminó con su aportación al mundo de la ciencia, dirigió su interés a la gastronomía inventando un plato de pasta muy rico.
 
 
(Publicado en a2manos 24 dic 2008)

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2 comentarios sobre “La función de Ravioli

  1. Eureca!!!Ya entiendo por qué no me gustan los Ravioli. Si llego con mucho apetito a casa y eso me espera de cenar, se me crispan los nervios y un instinto no «muy santo» se apodera de mí. Suerte que a esa hora ya no está la cocinera y…presintiendo mi desequilibrio emocional ante esas «pastas», deja los cuchillos bajo llave.Eso de ra-violi…me suena a «rayar en la violencia».
    DCG
    Chile

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