Rezo a un Dios raro, sordo, inconsistente… Un Dios irracional que a veces me contesta.
Rezo a un Dios raro.
Por pura necesidad de que exista, lo invento. Lo invento mediante el sencillo mecanismo de rezarlo. No tiene reglas mi Dios raro. Ni forma, ni sustancia, ni pasado, ni futuro.
Lo represento ora como un punto y seguido,
ora como un punto y aparte.
Ora como una coma.
No le pido mucho a mi Dios raro. No le espero. no siempre está, o se da por aludido. Este Dios tiene en común con los otros que habita en los espejos. Tiene de distinto con los otros que es sòlo mío
Rezo cada noche a un Dios raro, privado y sólo mío.
Y me da un rendimiento parecido al tuyo. Y me sale más barato. He despojado a mi Dios de séquito (ángeles, arcángeles, vírgenes, padres, hijos y otras consustancias) para reducir el presupuesto, para quitar adornos, para dejarlo más desnudo, más en esencia… Rezo cada noche a un Dios raro, privado, barato e inconsistente, que irremediablemente necesito.