–Tú deberías dirigir una película –le dijo al teléfono.
–…
–Y darme a mí el papel principal.
–Pero si yo no sé nada de cine, y, además, tú no eres actriz –contestó él.
Hubo un silencio más largo que los otros.
–No sé porqué lo he dicho…–añadió ella.
–…
–….creo que me gustaría ser la protagonista…
–…
—de algo…
—…
–para ti.