El perro que he adoptado en 2013 se llama Mudanza. ¿Te he hablado de él?
—Mudanza, bonito, ven aquí. Toma, toma Mudanza.
En realidad se llama Mudanza Tercero, porque he tenido otros perros antes que se llamaban igual.
He tenido perros con nombres muy curiosos. Por ejemplo uno se llamaba Lujuria. Dirás que es más apropiado para un perfume barato que para un perro, pues es verdad, pero no os imagináis lo divertido que era llamarlo a gritos en el parque ¡Lujuria, dónde te has metido, Lujuria!
Otro se llamaba Desorden y vino justo antes que Problemas. Problemas es un nombre muy bonito para una mascota:
—Problemas, ven aquí, pórtate bien, Problemas.
Le hacemos favores a las personas que no los necesitan antes que a los que sí. Se te acerca un tipo en un semáforo te dice que ha perdido el trabajo y no le compras el paquete de clines, pero si a la puerta de un restaurante de moda un hombre trajeado te dice que ha perdido la cartera y que si le puedes prestar 5 euros para el parking, se los das. Es parte de la idiosincrasia humana, igual que meterse el dedo en la nariz cuando crees que nadie te ve.
Paseando a este perro llamado Mudanza he descubierto varias cosas. No sólo hablando con él sino en las reflexiones de los silencios del camino:
1. que querer ser perfecto es el camino más recto para cagarla.
2. que dormir con calcetines permite caminar los sueños con los pies calentitos.
3. que ningún smartphone le coge cariño a su dueño aunque todos los smartphones intentan parecer buenas personas (lo de user-friendly es una mentira del marketing). El mejor friend de su user, el único, es el perro, tal y como siempre ha reconocido la sabiduría popular. Anda, mira, otro nombre bonito para un perro: Android.
4. que quien nada tiene, nada puede perder. Y nada le pueden quitar. Desde la nada sólo se puede mejorar, la perspectiva es inmejorable.
5. que el primer verso después de un tiempo sin escribir es una mierda, así que, cuanto antes lo escribas, antes puedes tirarlo a la papelera y empezar con los siguientes.
6. que el ser humano desde que salió de las cavernas ha inventado una cifra enorme de cosas para hacerse la vida más fácil. Ese número sólo es superado por la cantidad de maneras que ha inventado para amargarse la vida.
7. que igual que los agujeros negros absorben la luz, los objetos que nos rodean absorben tiempo, prescindir de ellos es la mejor manera de tener más tiempo.
Se aprenden muchas cosas paseando con un perro, te lo recomiendo.
Ay, cuánto aprendí yo con mis perros queridos…
Aunque ahora lo haya olvidado todo…
Quizá deba comenzar a pasear a mis gatos (adoptivos)… (¿Servirá igual?)
A mí también me ha gustado; por eso, imagino, he decidido aparecer por aquí (aunque, oculta, ya estuviera antes, desde los inicios de los tiempos, creo). Hola.
Espero repetir.
Gracias!,
Perfecto… me ha encantado.