El cuerpo humano es el único instrumento musical que se afina a la vez que se toca.
Un nuevo teorema matemático: la alegría es inmensamente proporcional a la tristeza.
Mientras haya ruido hay ilusión.
Si aparecieran cartas y regalos debajo de mi almohada yo también creería en el Ratón Pérez.
Publicado en a2manos el 09,03,2006
ca uno es ca uno
y ca cual es ca cual.
¿lo cualo?
Deberías hacer… lo que haces.
Y yo me alegro mucho por ello.
Más bien, deberías escribir menos y pensar más.
yo creo que lo mismo deberías pensar menos y escribir más
A mi también me pasa cuando llego tarde a casa (01,01) y un poquito tocado, confundo las comas con los puntos y me da por pensar que,,,
Mi alegría es directamente proporcional a la tuya.
Mi cuerpo esta tan bien afinado como tocado. ¿O sera al reves?
Pues yo tengo ilusión aunque más que por el ruido, por el movimiento. Ilusión porque me sepan afinar el cuerpo, pensando que cuanto más triste esté hoy, más feliz seré mañana y por tener de vez en cuando una carta o un regalo debajo de la almohada aunque sea de alguien desconocido como el ratoncito o la ratoncita Pérez
El cuerpo humano siempre está afinado, son las manos las que tienen que saber tocarlo.
La alegría es inversamente proporcional a la tristeza.
El ruido es una falsa ilusión.
Es mejor tener dientes en la boca que regalos debajo de la almohada. Me lo dijo el Ratoncito Pérez.
Algunos no terminamos nunca de estar bien afinados.
La tristeza es intensamente proporcional a la alegría.
Que haya ruido, pero también nueces.
Me doy cuenta (de) que:
El cuerpo humano no es el único instrumento musical que se desafina al dejar de tocarlo.
Cuanta más tristeza, más alegría.
La ilusión produce ruido.
Hace muchos años, descubrí que es mejor creer en el Ratón Fernández que en el Ramón Pérez.