El transporte público
Hay que subirse a un autobús de vez en cuando. A mirar cómo corren las farolas y lo quieto que se queda el adolescente. Hay que entrar en el metro para descubrir que, una y otra vez, aparece la luz al final del túnel. Me gusta tener dos o tres libros empezados a la vez.Leer más sobre El transporte público[…]