Cuando cualquier beso era de tornillo.
Cuando podían detener los relojes por el sencillo procedimiento de mirarse.
Cuando Piel era un país infinito.
Cuando todas las caricias eran poco y una sola era todo…
…entonces vitaminas, agua, pan caliente y soles.
¡¡No necesitaron entenderse mientras se amaron!!
Luego vinieron el afecto, el cariño, y otros sucedáneos.
Ella empezó a quererle como se quiere a un gato.
Y él pensó: tenemos problemas de comunicación.
¡¡Pero si nunca habían tenido comunicación!!
Ni les hizo falta.
Por qué íban a perder el tiempo en comunicarse si tenían algo mucho mejor.