Rivilla 8 enero, 2007 Un comentario Cuando no tengo nada que decir, callo. Entradas que te pueden interesar:5 Nombres que no deberías ponerle jamás a tu perroAntes de que se enfríe el caféDe mi esfuerzo, del azar, de tus manos o del viento.
Pues calla, algunos a pesar de tu silencio, o quizá por eso mismo, te escuchamos.