Esta foto se la dedico a la mano que escribe.
Para que antes de que se acostumbre a ellos,
e incluso -albergo ciertos temores- empiece a parecerse a ellos.
Antes de que sea incapaz de verles las rarezas, las marcianadas…
Se ría un rato.
Aprovecho la oportunidad que me brinda este blog para lanzar un ruego:
Mano, mándanos alguna postal, no seas esaboría.
Palabras encontradas en una calle de Londres.