Voy a comprar los periódicos al quiosco de siempre. Cuando me ven, dicen hola y hacen un gesto que yo quiero que sea una sonrisa, pero, claro, son ingleses y en el kit de los sentimientos eso no lo incluyen. «Hola, ¿quería saber si os puedo pagar los periódicos una vez al mes? ¡Como vengo todos los días y me llevo cuatro o cinco y necesito una factura, entonces…». El tipo me mira y me dice: «No, ¿qué quiere?». Cojo lo de siempre, le pago y me voy.
Por la tarde bajo a la peluquería. Tengo el pelo un poco largo. «Quería cortarme el pelo». Es lo normal en una peluquería. Me miran y me dicen: «Hoy estamos hasta arriba». Miro, hay una chica y cinco asientos vacíos, tres peluqueros. Me miran otra vez. «Uf, hasta arriba«. Me toman el nombre, el teléfono, me dan cita para mañana y me despiden con una sonrisa. Vuelvo a mirar incrédulo: cinco asientos vacíos, tres peluqueros.
metis; «con un mercedes forrado de billetes»? hay de esos en tu isla?
mano; Seguro que llevabas el pelo largo?
pues si te contara yo de los ingleses… hasta ARRIBA estoy yo de ellos!! y es que son… vamos que no quiero verlos ni aunque vinieran a pedirme matrimonio con un mercedes forrado de billetes de 100 libras!
Saludos