Pasé el fin de semana en Málaga. Por razones de trabajo. Comí el sábado en La Marina de Benalmádena. La Marina está construída alrededor del puerto deportivo y los yates se aparcan a la puerta de casa como en Holanda hacen con las bicicletas. La Marina es una especie de Venecia pequeña en la Costa del Sol. L
as viviendas son en su mayor parte de realojo. Es decir, que aquí dan una oportunidad a aquellos marginados que se quedaron sin un inmueble en Puerto Banús.
Aunque para ustedes o para mí no tener un apartamento en Marbella puede darnos igual. Para algunos supone un gran trauma que les puede desequilibrar emocionalmente. Es el caso del tipo de la foto. Trabajaba en inversiones en la bolsa madrileña. Número 1 cum laude (varios) de su promoción de ICADE en 1985. Mario Conde quería parecerse a él cuando fuese mayor, no les digo más.
Se apuntó en la lista de espera para conseguir un estudio pequeñito con vistas a los amarres. Pero no le tocó en el sorteo ¡¡y ya tenía comprado el barco!!.
Lo que viene después es un cúmulo de infortunios, su mujer lo abandonó, sus amigos le hacían el vacío… empezó a beber desaforadamente y perdió el trabajo por comprar Repsol justo antes de que Morales nacionalizara. Ahora, ahí lo tenéis, patinando con un bañador demasiado ajustado, entallado demasiado alto y con demasiadas franjas de colores. Pero con sus protecciones para que la mala suerte no vuelva a cogerle por sorpresa, eso si.