No va de mí, no son mis canciones. Va de vosotros, son vuestras las canciones.
Anoche volví a sentarme al piano de Finca La Fronda y cantar. Tengo que decir que es bueno para mis glóbulos rojos, y también para los blancos.
Le pongo a estas noches lo mejor que tengo, y lo hago para unos desconocidos, que están de paso, ya ves. Ellos lo agradecen con generosidad.
Todos los aplausos son besos.
Toco el piano y canto, como se hacía en los salones del lejano oeste, en los burdeles, en los trasatlánticos o en los cabarets ¿te parece demodé?
A mi plin.
Un standard, un bolero, una copla… Contigo Aprendí, Ojos Verdes, Piano Man…
Como soy muy poco machote, el güisky es un Nestea con hielos, que da el pego. Y no hay tabaco, por imperativo legal y porque me hace toser. Lo demás, no te creas, no es tan distinto al vídeo clip de Billy Joel.
Mi saxofonista favorito, Lorenzo Solano, me dijo un día volviendo de un bolo ínfimo: la dignidad a un artista no se la da ni se la quita el local, ni el dueño, ni el manager, ni el público, ni el caché que cobre, la dignidad del artista sólo se la da o se la quita él mismo. No hay garitos cutres, ni malos públicos, sales ahí y les das lo mejor que tienes o si no, no te subas. Tomé buena nota.
Desde hace 3 años tengo la suerte de cantar cada sábado sentado a un piano de verdad que cuando cambia el tiempo suena un poco a carnival, como dice Joel en su letra. Rodeado de gente que a priori no sabe qué se va a encontrar, pero que guardan silencio y me dan el mayor de los respetos. Un lujo. No hay técnico de sonido, no se venden entradas, no hay pantalla gigante, ni autobús, ni groupies, ni pirotecnia. Hago mi show, yo soy el piano man. Intento complacer al respetable y también les cuelo algunas de las mías: son tan bonitas. Todos contentos.
Y cuando al terminar meto los trastos en el coche y bajo el portón, miro a las estrellas ahí arriba y digo: Mick Jagger, hermano, ¡qué faena tener que hacer todas las noches desde hace 50 años Satisfaction! ¿No? Como si no hubieras escrito nada después de aquello. Lo siento, tío. Y también pienso que Moon River tiene más acordes que todo el primer pase de los Stones. Lo pienso para chinchar a Jagger.
Después arranco el motor, 73 curvas me llevan a mi casa. Eso es swing y lo demás son tonterías.