Casete

Cassette(Love)(228x570)

La primera era más o menos como ésta. Y en ella grabé, de la radio, mi primera selección.

Eran aquellos tiempos en los que los oyentes llamábamos a la emisora y decíamos: «por favor, querido locutor, poneme tal canción y, si puede ser, no hables encima, que la quiero grabar» y esperabas una semana a que sonara en tu programa favorito del viernes por la noche con la cinta lista y dos dedos, uno en REC y otro en PLAY, haciendo el signo de la vistoria, listos para pulsar.

En mi cuarto tenía muchas de éstas. Y un radiocasete pequeño y negro que un familiar nos había traído de Canarias cuando se fue de viaje de novios. Por encargo.

Luego vinieron las Cadenas de Alta Fidelidad (con mayúsculas) con su mueble y todo, que tenían: plato, sintonizador, pletina, amplificador y dos bafles. Eso era «lo más». Solían ocupar un lugar privilegiado en la habitación principal de la casa, Y costaba tanto pagarlas que ahora da pena tirarlas, y están arrinconadas en las casas como reliquias. Arqueología de cuarto trastero. Quizá si esperamos 200 años vuelvan a cotizarse, algo así les pasó a los jarrones Ming.

Hace veinte años el disco de vinilo era jamón serrano, y la casete, la pobre, jamón york. Vale, vale, de acuerdo: mortadela. Pero seamos honestos, la mayoría de los que hace veinticinco años no habíamos cumplido veinte años guardábamos en la estantería bastante más mortadela que jamón ibérico.

Aquellas casetes no se oían tan bien como los discos, la verdad, pero eran mucho más baratas. Recuerdo ir al Rastro con mi tío, comprar algún vinilo y varias casetes piratas con grabaciones de elepés de moda. Las casetes piratas del Rastro sí que eran malas, después de escucharlas una semana (una semana quiere decir una semana neta, 168 horas) se enganchaban, tenías que estar un buen rato extrayendo la cinta de los rodillos y luego, casi siempre, se acabó. Con suerte te quedaban unos sollozos desafinados a mitad de la canción.

Qué bonito era aquello de rebobinarlas con un boli Bic para que no se gastaran las pilas del walkman en las excursiones.

Con 16, si te gustaba una chica le grababas una selección de tu música favorita en una cassete, te sentabas con ella en el autobús, le prestabas los cascos y mirabas qué cara ponía. Si se emocionaba con tu canción favorita sonaba  un tilín (que sólo podías escuchar tú, ni siquiera la chica), y esa noche ya no podías dormir anticipando un romance sin fin (y varios piquitos). Si ibas en serio la casete tenía que ser de Cromo, si no de Hierro. que costaban la mitad.

Son buenos tiempos para la prisa, malos tiempos para la lírica. Es muy difícil cogerle cariño a un dispositivo en el que caben 10.000 canciones, casi imposible impresionar a una chica con una playlist… y el cable de los cascos es demasiado corto como para escribir LOVE.

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¿Qué es a7manos? La imagen es de José Manuel Cordo

16 comentarios sobre “Casete

  1. Unas cuantas tengo yo guardadas recuerdo en la Academia de Baeza escuchar en mi litera una y otra vez canciones de Nino Bravo jijiji, si era yo hace 23 años y lo increible de ello k todvia funciona!!!!!!

  2. Menuda panda de carcas, la fiesta definitivamente en Sarandonga donde, N. dijo volviendo de la barra un día: «Se me ha acercado un tipo y me ha mirado y me ha entrado de la misma manera que lo hacían en la discoteca de mi pueblo cuando tenía 16». Sarandonga, el último reducto en Madrid del ¿estudias o trabajas? mirándote descaradamente a las tetas.

  3. Iguazú, si tienes La Gran Vía y Agua, Azucarillos y Aguardiente acepto una invitación a tomar el té. Son mis favoritas. Bueno, también me gustan La Revoltosa y La Verbena de la Paloma. Yo me llevo el libro del Género Chico que heredé de mi abuelo. Vienen todas las letras.

  4. Yo no tuve comediscos sino un tocadiscos portátil, heredado de mi padre, de los que se llevaban a los guateques de antes de que yo naciera. Era como una maletita de plástico, la tapa eran dos altavoces que se separaban. A Iván y a Los Pecos sí los conocí. Sin comentarios.

  5. Y qué me decís de la gramola y los discos de pizarra… Yo tenía la colección completa de Francisco Asenjo Barbieri. Ahora, cada vez que invito a mis amigos a mi casa a tomar el té, saco la iPOD de la vitrina y seguimos deleitándonos con el Barberillo de Lavapiés y otras obras maestras del género chico.

  6. Desde luego, ¡qué época! Cenicienta. ¿Qué me dices de Pedro Marín y de Iván?
    Yo creo que la mano que toca no ha debido conocer el comediscos. ¿O sí?

  7. En el repaso por la nostalgia musical tan chulo que has hecho ¿se te ha olvidado el comediscos? o ¿ha sido intencionado? El mio era rojo y le puse una pegatina del superpop, no sé quizá David Carradine, o algún otro pedorro así. !!qué adolescencia!!

  8. Me estoy informando, pero creo que el cassete y los Sirex, Los Diablos…no concuerdan en el tiempo.
    ¿Había cassete en esa época de la tele en blanco y negro?
    Mis cintas son, que todavía las guardo y escucho de vez en cuando con mis amigas del cole, de Mecano, Los Pecos, Nacha Pop, Spandau Ballet..y, brillando por encima de todos ellos LOS SECRETOS.

  9. Ha acertado los dos primeros, dos manos. Si yo tuviera una escoba es de Los Sirex (con Tequila te has ido un poco de época) y Oh Oh July es de Los Diablos.

    Oh, Oh July te quiero cantar
    tú has sido principio y final.
    El principio de mi nueva vida
    y el final de mi soledad…

    Las letras son profundas, como «Help, ayúdame, en tu amistad he puesto toda mi fe».
    No me lo negarás ¿Verdad?

  10. Saca el güisqui cheli… Desmadre 75

    Es una lata, el trabajar… Luis Aguilé

    Si yo tuviera una escoba… Tequila

    Oh, oh, July te quiero cantar, tú has sido principio y final… Ésta no caigo ¿Qúién cantaba ésta cuantró? No me suena

  11. Saca el güisqui cheli…

    Es una lata, el trabajar…

    Si yo tuviera una escoba…

    Oh, oh, July te quiero cantar, tú has sido principio y final…

  12. Las de 90min. siempre se enganchaban.

    Eran otros tiempos. Las unicas siglas eran guacheefe y errepeeme a 33 ó 45.
    Cuando salió el CD, pensé que no tenía futuro, jamás me compraría uno.
    Eran tiempos vinilo, cintacaset, teta clandestina, cabina con monedas, seatcientoventisiete y Eva Nasarre.

    En alguna gasolinera podemos todavía viajar en el tiempo….

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