Me voy a vivir a Londres. Así, sin anestesia. Una temporada larga. Un año, dos, cinco… Quién sabe. Se os puede caer la mandíbula y decir: ¡qué suerte! Os podéis reír y decir: ¡qué putada, se va a poner de color verde y va a comer fatal! Podéis decir: ¡y a mi qué me importa! Pues eso, que me voy a Londres.
La vida es así. Años deseándolo y cuando llega la ocasión uno va y se pregunta: ¿Qué hago yo en Londres? ¿Tiene que ser ahora? Sí, tiene que ser ahora. O no. Pero parece que es que sí. O me da un aire -que puede pasar- y en el último momento digo que no, que yo prefiero Lavapiés, el tráfico de Madrid, mis amigos y mi ambiente, que prefiero renunciar y ser feliz. ¡Glups! ¡Lo que ha dicho: renunciar y ser feliz!
Es para que especuléis un poco.
Me alegro por Londres y por ti.
Bueno pues yo espero crónica de London para mi monográfico ciudades. Suerte!
Todo está bien.
Bueno, laotramano, espero que desde Londres escribas de vez en cuando otro par de posts seguidos. Que no nos quedemos mancos.
Gracias por la invitación, a todos los comenteros nos encanta Londres y aunque estemos apretaos, nos apañamos. Iremos pensando una fecha.
Ya nos contarás lo que decides.
Lavapiés tira mucho.
Me alegro. Porque siempre apoyo los saltos de mis amigos, y más si nos mortales hacia adelante. Porque así tendré una cama (o sofá cama) en Londres, ¡con lo baratos que están los vuelos! Por las chicas que te llevas, por ellas también me alegro, que son disfrutonas y lo van a gozar. Me alegro porque llevas ¡¡2!! posts seguidos y los comentaros y la otra mano damos palmas con las orejas.
Está bien soñar, pero está mejor aún atreverse a meterle mano a los sueños.