No conozco a Aris Wells.
Así que no puedo contar cómo nos encontramos.
Bueno, sí la conozco.
No, no la conozco.
Qué más da.
Mis textos llegaron a una pequeña y lejana ciudad en Carolina del Norte.
Alli viven 273424 habitantes y una venezolana que hace fotos (según wikipedia el censo es de 273425).
Me llamó la atención que empezara los retratos por los pies, o que su perspectiva incluyera zonas anodinas, desenfoques, imperfecciones… era el tipo de fotos que mi abuela descartaría sin dudarlo en un reportaje de comunión.
Un retratista siempre intenta acceder al alma del retratado. En eso se parecen los retratistas al conde aquel que vivía en Transilvania… sí, eso Drácula. ¿Y si el alma estuviese en los pies? ¿O en nuestras zonas anodinas y desenfocadas? ¿Si nuestro alma habitara en nuestras imperfecciones, en esas poses que descartamos del album de la comunión?
¡¡Ya sé cual es mi conexión con Aris Wells!! Ya sé por qué la conozco aunque no la conozca: creo que yo, a muchos kilómetros de Greensboro, a un océano entero de distancia, también busco el alma, de los objetos, de las situaciones o incluso de las personas, empezando por zonas inverosimiles, como los pies.
JMCM (me encantaría referirme a tú nombre real, pero JMCM es mi única pista):
Tus amabilísimas palabras son el sueño de cualquier fotógrafo, o en todo caso de aquellos que deseamos captar un poco de alma en nuestros retratos.
Eres muy buena onda, un abrazo grande.
Me encantan tus fotos Aris. Me da igual el encuadre, el color o las texturas. Tienen alma y eso no depende de la camara, ni de la luz, sino de tu mirada.
Muchas gracias a ti y a Oscar por enseñarnos tu trabajo.
gracias, mil gracias por el lindo espacio que me has dado en éste, tu rinconcito en la web. disfrute mucho ser parte de tu proyecto…. sigamos buscando almas, tu al otro lado del charco, yo en esta ciudad de 273.425.
un abrazo fuerte.
Aris